La suspensión de las actividades presenciales debido a la pandemia durante el segundo semestre del curso 2019-20 supuso la cancelación de las prácticas clínicas de los alumnos de Fisioterapia de 4º curso que hacían la última asignatura de prácticas externas, Prácticum III.

La asignatura se tuvo que adaptar a la no presencialidad en su totalidad, ya que el elemento principal son precisamente las prácticas clínicas presenciales. En el caso del 4º curso, no se podían atrasar y recuperar más adelante, ya que desde diferentes estamentos se priorizó la graduación de los estudiantes de 4º, y más en el ámbito sanitario.

En el ámbito profesional, la necesidad de hacer un seguimiento de los pacientes —por parte de los fisioterapeutas— en situación de confinamiento hizo que se empezase a utilizar más la telefisioterapia, es decir, la atención a distancia, ya sea en formato sincrónico o asincrónico.

En la asignatura Prácticum III nos hicimos eco de esta realidad clínica, y creamos la actividad de teleconsulta, en la cual poníamos a los estudiantes en la situación de planificar, gestionar y llevar a cabo una teleconsulta por videoconferencia a un paciente simulado. El propio momento de la teleconsulta sirvió también de evaluación de los estudiantes, tanto para los que hacían de fisioterapeuta (dirigiendo la sesión) como para los que hacían de paciente simulado.

La experiencia fue muy positiva, ya que se trataba de una actividad formativa y evaluativa no presencial que aportaba competencias lo más próximas posible a lo que se había previsto en la asignatura, y reflejaba las necesidades competenciales de la práctica clínica a la cual los estudiantes se tendrían que enfrentar en breve. 

La respuesta tanto de los profesores de la asignatura como de los estudiantes fue muy buena, y, de hecho, es una actividad que, con una presencia diferente y con mejoras aplicadas, se ha quedado integrada en la asignatura para años próximos.