Hacia una evaluación formativa: adaptándonos a los cambios
He aquí que una vez existía, en un horizonte ya muy lejano, un escenario donde los alumnos recibían clases magistrales y se les evaluaba con un único examen final y una recuperación. Desde este punto de partida hasta ahora, hemos ido transformando tanto el modelo de aprendizaje como la forma de evaluarlo. La experiencia que queremos compartir se corresponde con las modificaciones realizadas en la asignatura de economía industrial para avanzar desde una evaluación sumativa hacia una evaluación formativa. Este proceso ha sido paulatino, con pasos pequeños y el uso del ensayo y error, siempre en un estado de cambio y adaptación. Ahora, con la irrupción de la inteligencia artificial, ¡hay que repensarlo todo y reflexionar mucho más sobre los instrumentos a emplear y cómo introducirla en las clases!
El primer paso del cambio fue plantearnos qué competencias debían adquirir los alumnos para mejorar su empleabilidad, y cuáles de éstas podían alcanzarse en esta asignatura de acuerdo con el plan de estudios. A continuación, haremos una reflexión de cuál sería la mejor manera para adquirirlas, qué instrumentos utilizar y cómo desarrollar las actividades. Este punto es el más complejo y requiere un trabajo constante, puesto que tanto los alumnos como el entorno evolucionan continuamente.
También pusimos un gran énfasis en la retroalimentación. ¿Qué sentido tiene que señalar al final de curso que el alumno no ha alcanzado los objetivos? Es necesario trabajar a lo largo de todo el curso. Por último, compartiremos algunos resultados de las diferentes experiencias.
Participantes:
Maria Sard Bauza
Paula Maria Aguiló Segura
Línea temática: Estrategias metodológicas de innovación docente
Fecha de presentación: febrero de 2025, en las VII Jornadas de Experiencias Docentes